jueves, mayo 19

Día 4 - Una canción que me ponga triste.

Una?
Ve, eso está como difícil. Podría nombrar varios grupos, miles de canciones que hagan eso, pero no. Me voy por ésta:


La misión es que cumpla la promesa, que me ponga triste, pero la versión que acabo de poner no lo logra. Ver a Damon Albarn dar palmadas, bailar, a Zeng Zheng (de quién no conozco absolutamente nada) hacer que ese instrumento suene de esa manera, que sonría tímidamente mientras reconocen su talento, que el público aplauda, vitoree, que siga a Albarn con los halagos para la banda, que griten, que demuestren tanta alegría, pues, con todo eso es muy jodido que uno se ponga triste.



La versión original es un tanto más melancólica, no me deja el vacío ese que pueden crear otras canciones, pero alcanza a desbaratar. No es una tristeza profunda ni nada de eso, sino una calma y una quietud tremenda que lo deja a uno ahí, de una pieza . Tropecé con ésta canción hace muy poco, apenas unos diez meses, mientras escuchaba discos y discos de Gorillaz, mientras repetía una y otra vez cada canción dependiendo de un estado de ánimo definido (para prolongar la sensación) hasta que di con ella y no supe bien que hacer. Entiendo que tal vez no debería ponerla aquí, pero me parece tan extraño lo que anoté ahí arriba, que con el elemento del público pueda pasar de un lado a otro sin problema.

Es eso. La canción que me pone triste pero al mismo tiempo me quita esa sensación.

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